El Departamento de Transporte de los Estados Unidos anunció el pasado 3 de febrero su decisión de avanzar en la implementación de la tecnología V2V (Vehicle-to-Vehicle), un sistema que permitirá a los carros comunicarse entre sí, de modo que puedan evitarse accidentes a través del intercambio de información segura que pueda ser usada por el conductor para realizar acciones que eviten un choque, como frenar en seco, girar el timón o reducir la velocidad.
La decisión busca aumentar los esfuerzos preventivos, pues las autoridades encargadas de la seguridad vial en diferentes países se han enfocado principalmente en políticas que reduzcan el daño causado por posibles impactos y no tanto en la prevención de los mismos.
Tecnología V2V. Imagen: images.tmcnet.com
La tecnología V2V contaría con sensores de velocidad y sistemas de geolocalización, que permitirán crear un sistema de comunicación entre un vehículo y otro, de modo que los conductores puedan recibir alertas cada vez que otro carro se encuentre en un perimetro cercano y que debido a la alta o baja velocidad en la que transite, puedan representar un riesgo.
En el 2012, el Departamento de Transporte de EE.UU. realizó una prueba piloto de la tecnología V2V en alrededor de 3.000 vehículos de diferentes marcas para garantizar que el sistema funcione de manera integrada, sin importar el fabricante.
Funcionamiento sistema V2V. Imagen: image.bitauto.com
Si bien el objetivo principal del proyecto es prevenir los accidentes de tránsito y salvar millones de vidas, el sistema V2V representa también una oportunidad para mejorar la movilidad en las ciudades, pues su eventual implementación permitiría saber con exactitud la densidad del tráfico y el número aproximado de vehículos que transiten por una malla vial. Además, la implementación de un sistema como el V2V puede representar una oportunidad única ticipada para optimizar el flujo de los carros auto-tripulados, una industria naciente y creciente que más temprano que tarde comenzará a extenderse en las ciudades. Claro, como en todo, su implementación dependerá en gran parte de una transformación ingente en infraestructura, que en el caso de muchas ciudades latinoamericanas parece lejana desafortunadamente, pero que a través de la difusión de iniciativas como ésta quizás podamos promover.