Las grandes empresas ven cada vez más la ciberseguridad como el riesgo número uno, y por una buena razón. El delito cibernético ha costado al mundo un estimado de $ 6 billones anuales según Cybersecurity Ventures, como resultado de ataques maliciosos como ransomware, destrucción de datos, malversación y robo de propiedad intelectual.
Así lo reconocen muchas compañías que han manifestado en un reciente estudio de Bain & Company no se sienten preparadas para contener esta creciente amenaza. De hecho, solo el 43% de los empresarios aseguran tener las mejores prácticas de ciberseguridad en sus operaciones.
“Las cifras al respecto son preocupantes, tal y como las conocemos. Pero es importante no perder de vista que incluso estas pueden ser una sobre estimación, un análisis más profundo nos ha permitido concluir que solo un 24% de las compañías con las que conversamos cumplió con el umbral de mejores prácticas, por lo que en una escala de madurez en ciberseguridad de 1 al 5, es probable que una empresa típica califique solo entre 1,5 y 2,5, lo cual es demasiado bajo”, explicó Diego Santamaría Socio de Bain & Company en Colombia.
Y es que de acuerdo con la consultora es poco probable que la amenaza intensificada disminuya pronto, por lo que muchas empresas deben concentrar sus esfuerzos en alcanzar los niveles mínimos y adecuados de protección, al mismo tiempo que desarrollar nuevas defensas y refinar las que ya tienen en pie.
Dado el contexto global se espera que los ataques no solo continúen, sino que se intensifiquen en mercados como el de los Estados Unidos. Sin embargo, para Bain & Company todos los país deben prepararse para estos escenarios pues estos ataques pueden causar efectos sistémicos y comprometer la seguridad de los ciudadanos.
“Generar las capacidades y desarrollar la infraestructura adecuada para atender a las amenazas de ciberseguridad tiene un costo elevado, sin embargo, este gasto e inversión, realizados de manera adecuada, son críticos para garantizar la resiliencia de los negocios y la economía. Nuestra investigación y la experiencia en general nos indica que las compañías no suelen invertir lo suficiente, lo que las hace vulnerables” añadió Santamaría, para quien “Ir más allá de lo básico es esencial si las empresas quieren protegerse en estos tiempos hiperconectados e inestables”
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