Ryanair ha tomado medidas contra el pasajero que casi provocó una tragedia en un vuelo entre Tenerife y Stansted (Londres) la semana pasada. La aerolínea irlandesa ha decidido prohibir que el afectado, cuyo nombre no se ha hecho público, use sus servicios durante dos años. Así castiga que pasara de las reiteradas peticiones que realizaron los tripulantes de cabina para evitar una crisis alérgica a otro de los viajeros.
La compañía irlandesa avisó de que el aire reciclado que se usa en el trayecto era suficiente para desencadenar la extrema reacción que provocaban los cacahuetes a una niña de cuatro años, Fae Platten. Por ello, retiró este alimento de los productos que se podían comprar a bordo. Pero el “pasajero egoísta”, tal y como le ha bautizado la prensa británica, hizo oídos sordos de las advertencias y consumió unos aperitivos que había adquirido en el aeropuerto español.
El resultado: unos 20 minutos después de que la aeronave despegara, la pequeña empezó a tener los primeros síntomas de un shock anafiláctico. Dejó de respirar, pero fue revivida con una inyección de emergencia de adrenalina y atendida por el personal sanitario de Stansted.
El causante fue identificado y ha conocido a posteriori la sanción que ha recibido por parte de Ryanair. Se desconoce si los padres de la niña han iniciado acciones legales contra su comportamiento. Por el momento, la familia Platten se ha limitado a difundir el caso para sensibilizar sobre el peligro de los alérgicos en un vuelo si el resto del pasaje no cumple con las advertencias de la compañía. El grupo irlandés ha manifestado que los filtros regulados no son suficientes en casos como el actual.
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