No es casualidad, dado que el aumento de smartphones y tablets en el mercado hacen más que habitual que el usuario desee conectarse incluso desde varios dispositivos la mismo tiempo, ya sea para trabajar, buscar opciones de ocio en su destino o consumir contenido multimedia.
Por tanto, no es suficiente ofrecer una conexión que permita apenas consultar el correo o algunas páginas en internet. El cliente demanda un servicio que le permita aprovechar todo el potencial de sus dispositivos.
Según esta nueva infografía, desarrollada por Xirrus, en 2016 el número de dispositivos móviles con conexión a internet multiplicará por tres el número de ordenadores de sobremesa y portátiles. De este modo, la conexión WiFi superará en uso la conectividad por cable.
Entre las claves para ofrecer la mejor conexión Wifi destacan:
Un acceso rápido y sencillo, capaz de distinguir entre empleados y clientes y de discriminar usuarios desconocidos.
Control predictivo del uso total de la conexión, previendo que cada smartphone contiene de media unas 40 aplicaciones y que el 50% del contenido que se consume en el móvil es vídeo.
Es necesario tener en cuenta las necesidades y características de cada dispositivo. Los ordenadores portátiles son capaces de trabajar en transferencias de 450 Mbps, lo que implica una señal WiFi mayor de -72dBm. En el caso de smartphones, la velocidad de transferencia está entre los 65 y los 165 Mbps, lo que implica una señal igual o mayor que -65bBm.
Optimización del espectro. Existen el mercado dos tipos de conexión WiFi. La básica, de 2,4 GHz, permite tres canales “no solapables”. Por su parte, la conexión de 5 GHz permite hasta 21 canales utilizables y asegura un buen resultado.
Optimización de la capacidad. No existe una instalación que valga para todos los hoteles. Es necesario tener en cuenta la posible densidad de dispositivos y calcular el número de emisores necesarios.