A finales de los años ochenta, los viajeros que se alojaban en hoteles de cinco, cuatro e incluso tres estrellas en España descubrían los últimos avances tecnológicos en sus vacaciones. El director general del Instituto Tecnológico Hotelero, Álvaro Carrillo de Albornoz, recuerda en su infancia las visitas a los hoteles donde descubrió la televisión a color y el mando a distancia cuando en su casa y en su entorno sólo había visto televisores a blanco y negro y con cambio manual.
El hotel era entonces la puerta hacia el futuro tecnológico de la mayoría de los usuarios. Pero 35 años después, la situación ha sufrido un vuelco. La mayoría de usuarios de hotel asisten con sorpresa a habitaciones que en ocasiones tienen televisiones con barriga, modelos muy anteriores a las pantallas planas.
Muchos hoteleros esperarán a amortizar la inversión de algunas televisiones y equipos que funcionan perfectamente pero que son percibidos como equipamiento obsoleto por muchos de los usuarios. La situación es especialmente patente en los hoteles familiares y de la costa, donde prácticamente no hay turismo de negocios.
“Hay obsolescencia tecnológica y la seguirá habiendo en algunos establecimientos porque no se mueven por el acto consumista como lo puede hacer un consumidor en casa, pero hay importantes inversiones que deberían asumir”, explica el director del ente.
La innovación en el negocio hotelero se remontan dos siglos atrás. En 1.898 el hotel Ritz de París fue el primero en Europa en ofrecer un baño para cada habitación, todo un acontecimiento en aquellos tiempos. En 1.908 se inauguró en Nueva York el primer hotel comercial para hombres de negocio y en 1.956 se fundó Travelodge, el primer hotel económico. Japón inventó en 1.978 los hoteles cápsula, diminutos espacios de 2 metros por 1,25 metros que hoy son ampliamente utilizados por los trabajadores de Tokio que viven en los suburbios y desean irse de copas con los compañeros de trabajo.
Pocos hoteles han aprovechado internet para gestionar ventas directas y saltar a los intermediarios
Hace dos años, Ushuaia, en Ibiza, estrenó el sistema de identificación de huéspedes por medio de huellas dactilares.
Hoy los retos se encuentran fundamentalmente en el campo de las tecnologías de información. Los hoteles españoles no han aprovechado internet y las redes sociales para acercarse directamente al cliente. La labor de intermediarios que en el sector tradicional siempre han hecho Tuy y Tomas Cook hoy está siendo ocupada por empresas como Expedia y Booking, que cobran en algunos casos altas comisiones a los hoteles.
Aunque hay excepciones. Room Mate Hotels ha conseguido obtener el 40% de sus ventas desde su página web, frente a un porcentaje que podría rondar en el 20% en el resto de establecimientos. Artiem Fresh People Hotels, Royal Son Bou y Axel Hotels han logrado un excelente posicionamiento en las redes sociales en sus diferentes ámbitos (wellness, familiar y gay-friendly respectivamente), explican desde el ente.
Pero los establecimientos hoteleros también se afrontan a nuevas exigencias especialmente de los clientes alemanes y nórdicos, según perciben desde el Instituto Tecnológico Hotelero.
Las certificaciones de sostenibilidad. Tui está exigiendo la garantía de ciertos procesos para garantizar a los clientes que el hotel puede ser considerado como sostenible y Tripadvisor ha inaugurado la clasificación de Green Leaders que certifica las prácticas sostenibles de los hoteles.
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