La tecnología permite predecir y anticipar diferentes situaciones como la falla de equipos o los cambios drásticos de la demanda.
También reducen considerablemente los costos de mantenimiento de los equipos.
El incremento poblacional en Colombia y el mundo en general conlleva a un aumento de la demanda energética. Se estima que para el año 2040 el mundo consumirá 40% más de energía, lo que supone un reto especial para países como el nuestro, en los cuales la mayor demanda ha llevado a una gran parte del sistema eléctrico a una situación extrema, y requiera no sólo su ampliación sino también su renovación. Es por esto que, en el Día Mundial de la Innovación, es importante destacar cómo el uso de nuevas tecnologías e iniciativas a la vanguardia, permiten mejorar la calidad de la energía eléctrica, impulsando una mejora en el servicio que las personas reciben.
Sin embargo, la integración de tecnologías digitales como la inteligencia artificial (IA), el Big Data y el internet de las cosas (IoT) al sector eléctrico, un proceso más conocido como Electricidad 4.0, permitirá a la sociedad en general tener un consumo más eficiente y al mismo tiempo sostenible de la energía, capaz de responder a las demandas en continuo cambio.
“En un futuro cercano, las redes eléctricas estarán integradas a sistemas de inteligencia artificial, big data e internet de las cosas. Eso nos permitirá anticiparnos a diferentes situaciones, como la falla de equipos o los cambios en la demanda de electricidad y de esa manera adecuar el suministro, lo que implica ahorros en términos de energía y también económicos”, indicó Julien Brin, Marketing director Colombia y Design Lab Manager Andeans en Centelsa by Nexans.
De acuerdo con el SENAI (Servicio de Aprendizaje Industrial de Brasil), la adaptación de tecnologías como la inteligencia artificial y el Big Data tiene varios impactos positivos incluso para las empresas, tales como la disminución del consumo de energía (hasta en un 20%) y menores costos de mantenimiento de los equipos (entre 10% y 40%).
“Una de las actividades importantes en el campo de la electrificación es el monitoreo de redes de generación, transmisión, distribución y uso de energía eléctrica. Los datos se obtienen mediante sensores que miden la actividad eléctrica a lo largo de la cadena de valor. Mientras el Big Data proporciona las capacidades de almacenamiento y procesamiento de datos, la inteligencia artificial se nutre de dicha información para establecer patrones de aprendizaje”, comentó Brin.
Finalmente, la electricidad 4.0 abre el camino para para un mundo más amigable con el medio ambiente, puesto que tiene la facilidad de integrarse a las fuentes de energía renovables, permitiendo de esa manera una mejor eficiencia energética y al mismo tiempo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
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