De la situación de comernos con patatas una reserva hotelera no reembolsable, ante la imposibilidad de disfrutarla, llegan medios para poder distribuirla. Existen datos que en EE.UU, se estiman unos 80 mil no-shows por día en hoteles, la mitad de los cuales no tienen derecho a devolución. Por lo tanto, estas herramientas no solo benefician a la persona que se tiene que quitar la reserva de encima, sino que se hace una interesante jugada a 3 bandas:
El Vendedor. Por un lado, el vendedor de la reserva si quita de encima un pago que ha realizado y recupera parte del dinero de la reserva, que de otra forma sería imposible, ya que como hemos comentado anteriormente, la reserva es no reembolsable.
El Comprador. El comprador se beneficia de una reserva a mejores precios de los que encuentra en el Hotel o en diferentes Otas. De esta forma se adapta a una reserva realizada por un tercero pero que entra dentro de sus planes y/o sus necesidades.
El Hotel. El hotel de esta forma ofrece un servicio de valor añadido, a través del cual, al cliente que está fastidiado le propone una posible solución (con la satisfacción y el alivio que supone) y al nuevo cliente, le facilita una habitación a un precio mejor que el habitual del hotel.
A su vez las herramientas están mejorando sustancialmente y facilitan la distribución con medidas que aseguran la coherencia de este servicio:
Actuación sobre el cambio de la titularidad de la reserva.
Precio fijado por el vendedor.
No se aceptan reservas parciales.
Soluciones comisionadas o simplemente intermediadas.
Servicios de atención al cliente para hoteles.
Aquí comparto un listado de ejemplos que están llevando a cabo este modelo de distribución:
Ideas, ideas y un poco más de ideas. Con este artículo solo quiero reflejar la existencia de oportunidades que aprovechar, solo hay que analizarlas y aplicar soluciones.
¿Te parece interesante y viable esta distribución? ¿Aporta soluciones a cada agente implicado?