En estos rincones celestiales, los enamorados disfrutarán de un impresionante entorno, rodeados de magnífica naturaleza. Algunas islas están deshabitadas y seducen al visitante por su lado salvaje. En cualquier caso, todas ellas disponen de grandes extensiones ideales para practicar actividades al aire libre como el senderismo. No lo dude y elija ya su destino para una feliz y exitosa escapada romántica.
1.- Makepeace Island, Australia
Makepeace Island es una de esas islas privadas en las que es posible disfrutar de unas excepcionales vacaciones en familia o en pareja. La isla pertenece a Sir Richard Branson, gran empresario británico, y a Brett Godefrey, cofundador de Virgin Australia, la segunda aerolínea más grande de la isla-continente. En el año 2.018, Radek Sali, presidente fundador del fondo de inversión Light Warrior que apoya a empresas líderes del área social y ambiental, se convirtió en el tercer copropietario de la isla.
Originalmente, la isla Makepeace fue construida para acomodar a las familias y amigos de sus propietarios pero, en julio de 2.011, los socios decidieron hacer de ella un complejo turístico accesible a los turistas. Con su infraestructura moderna y de alto nivel, en la actualidad, esta isla puede acoger hasta 22 personas en tres suntuosas villas y cuatro alojamientos en la lujosa Island House.
La tres villas de esta isla con forma de corazón de caracterizan por el confort y la privacidad. Cada una de ellas incluye un dormitorio principal, unido a una gran terraza que ofrece una impresionante vista al jardín o al mar. El segundo dormitorio tiene camas gemelas y king size. Los huéspedes también tienen a su disposición un gran vestidor y un enorme baño con bañera de piedra volcánica tallada.
Las cuatro habitaciones que componen la Island House cuentan, cada una de ellas, con muebles balineses tallados a mano, baño privado, terraza y cómodas camas king-size o twin.
Con una superficie de 10.000 metros cuadrados, Makepeace Island se encuentra a unos 100 km de Brisbane. Este rincón australiano, muy apreciado por su entorno de postal, es sobre todo un complejo turístico en el que reina la calma absoluta. Este ambiente de paz y serenidad se refleja, entre otras cosas, en la decoración y el diseño, con velas y Budas y velas por todas partes. De hecho, Makepeace Island combina el diseño contemporáneo con el arte tradicional de las islas tropicales, creando una atmósfera en perfecta armonía con la naturaleza.
Todo el equipo de Makepeace Island trabaja duro para preservar el Medio Ambiente. Concretamente, la isla utiliza el concepto de “de la granja a la mesa” que, esencialmente, consiste en el consumo de productos locales o de temporada. Los alimentos y los equipos utilizados en la isla proceden de la región donde se encuentra. Este concepto apoya, a su vez, a las actividades de la comunidad local. También, con el fin de limitar el impacto medioambiental de la estancia, en la isla es esencial el uso de productos orgánicos, además del reciclaje y la utilización de un sistema de depuración de aguas residuales.
2.- Galešnjak, Croacia
La isla de Galešnjak, también conocida como la “Isla del Amor”, está situada en el Canal de Paçnam, cerca de Zadar, uno de los principales destinos de la costa dálmata. Hay otras tres islas cercanas: Ričul, Vela Bisaga y Mala Bisaga. A diferencia de Makepeace Island (Australia), la isla croata presenta un paisaje más salvaje. Deshabitada, sin agua ni electricidad, está prácticamente desprovista de vegetación. Las aves son los escasos animales que disfrutan de las playas que bordean esta roca en medio del Mar Adriático. Quizás, para transformar en un futuro próximo la imagen de la isla, su propietario ha decidido plantar higueras.
Sin embargo, la Isla del Amor es una novedad para muchas personas pues la ven como un lugar perfecto para aislarse del resto del mundo y estar en comunión con la naturaleza. Hasta cierto punto, la virtual ausencia de vegetación, junto con su inaccesibilidad al público, paradójicamente hacen que resulte atractiva. Los curiosos pueden admirarla de cerca gracias a los barcos o en los helicópteros. El propietario de la isla no supo que ésta tenía forma de corazón hasta que, en 2.009, apareció en Google Earth.
Para ver de verdad Galešnjak lo mejor es acercarse al puerto de Zadar, desde donde se ofrecen los servicios más rápidos a las islas croatas. Comprando billetes en compañías “low cost”, puede ser un magnífico regalo, para el 14 de febrero, que no resultará demasiado caro.
Este viaje puede resultar ideal para descubrir las otras islas que hacen dan fama a Croacia, por ejemplo, Hvar, Brac, Krk, Korcula o Mljet. Dalmacia, el Golfo de Kvamer e Istria cuentan con lugares de excepcional belleza, desde los más turísticos hasta los más secretos.
3- Tupai, Polinesia Francesa
Hubo un tiempo en el que se pensaba que Tahití era una isla con forma de corazón pero, más bien, era el Atolón de Tupai, también conocido como la “Isla de Pere”, diosa del fuego y de la pasión. Tupai está considerado el atolón más romántico del mundo. Gracias a sus originales líneas, las imágenes de Tupai se encuentran, sin duda, entre las más bellas que se pueden ver en Google Earth. La isla seduce, especialmente, por su paisaje virgen.
Situada a pocos kilómetros de Bora-Bora, una de las islas más famosas de la Polinesia Francesa, la Isla de Pere está deshabitada, aunque la falta de alojamiento no desanima a los turistas. Precisamente, numerosos visitantes se enamoran de este tranquilo y verde rincón porque está desierto. Es el lugar perfecto para, de una manera sencilla y en contacto con la naturaleza, celebrar el Día de los Enamorados. Después de una o dos horas de exploración por la isla, los enamorados pueden hacer una pausa, disfrutar de una copa de champán y admirar un mosaico de impresionantes paisajes.
Durante años, los turistas solían viajar a Tupai en helicóptero. Tahiti Air Charter, la única compañía de hidroaviones de la Polinesia Francesa, actualmente ofrece vuelos de ida y vuelta a este destino que, habitualmente, acoge ceremonias de boda o fiestas de compromiso. El escenario también resulta perfecto para una Luna de Miel y, por qué no, para la celebración del Día de San Valentín.
Tahiti Air Charter ofrece, además, vuelos sobre Bora-Bora y Tupai. Esta actividad permite a los viajeros disfrutar de una excepcional vista de dos de las más bellas islas de Tahití. Estos vuelos también son perfectos para descubrir los tesoros naturales de la Polinesia y para disfrutar de un inolvidable panorama de la laguna de Bora-Bora, considerada una de las más bellas del mundo. Los turistas también podrán contemplar la belleza de una pequeña isla llamada “La Perla del Pacífico” y del famoso Monte Otemanu. Durante los vuelos, los viajeros, a través de una ventana, tendrán ocasión de admira e o inmortalizar las aguas cristalinas, los vestigios de la Segunda Guerra Mundial o el Motu Tapu.
La exploración aérea continúa hacia Tupai, verdadera joya del Pacífico. También aquí el vuelo es una oportunidad para fotografiar esta isla deshabitada e inaccesible por mar. Después de unos minutos de vuelo, el hidroavión regresa a Bora-Bora y, suavemente, aterriza en una sublime laguna de color turquesa. En ese momento, los turistas llegarán a su hotel en barco.
4.- Harbor Island, Estados Unidos
Esta isla privada del Estado de Maine no hay que confundirla con Harbour Island, una isla de las Bahamas. Harbor Island se encuentra en Machiasport, Condado de Washington, y tiene un tamaño de unos 20 acres (casi 81.000 metros cuadrados). En 2.013, su destino se cruza con el del Maine Coastal Heritage Trust (MCHT), una organización cuyo objetivo es gestionar las franjas costeras y las islas del estado con el fin de preservar su atractivo turístico, su valor ecológico y, de una forma más general, perpetuar su contribución al bienestar de la comunidad. El coste de la operación fue de 2,35 millones de dólares.
En ese momento, que MCHT pagara 2,35 millones de dólares para obtener la gestión exclusiva de las islas, fue algo que sorprendió a muchos analistas. MCHT cree que esta isla es un valioso activo para la conservación de la naturaleza. En efecto, Harbor Island es un lugar verde donde el paisaje permanece relativamente intacto. De hecho, por su singular belleza y especialmente por su proximidad a las viviendas, durante mucho tiempo se convirtió en el centro de atención de los ecologistas. MCHT siempre ha colaborado con los propietarios y con las comunidades locales para la identificación y la protección de las franjas costeras además de para la creación de un acceso público al mar. Con esta idea, la compañía pudo contar con numerosos donantes privados y adquirir Harbor Island. Entre estos inversores se encontraban los residentes de la ciudad de Machiasport, a quienes preocupaba que los proyectos de desarrollo urbano en curso acabaran afectando al carácter natural de la isla o, incluso, de la región.
5- Whitsunday Island, Australia
De las 74 islas de Whitsunday una de ellas tiene forma de corazón. La mayoría de estas paradisíacas islas están deshabitadas y una de sus características es su densa selva tropical. Numerosos senderos permiten a los excursionistas explorar, durante horas y horas, la flora y la fauna vírgenes. Los viajeros también se emocionarán por la belleza de las playas de arena blanca que bordean la mayoría de estas islas.
Para celebrar el Día de San Valentín, este escenario es perfecto. Tanto si se elige la única isla en forma de corazón o cualquiera de las otras 73, los enamorados disfrutarán juntos en estas tierras que parecen emerger de un hermoso océano azul turquesa.
Las islas situadas en el Trópico de Capricornio ofrecen un clima suave y temperaturas que hacen olvidar los rigores del invierno europeo. Sólo 20 de las 74 islas Whitsunday están habitadas. Son lugares tranquilos a los que acuden un gran número de buceadores para explorar su excepcional flora submarina.
Las islas están situadas entre la costa noreste de Queensland y la Gran Barrera de Coral. Uno los pueblos asentados alrededor de las islas Whitsunday es Bowen, pueblo costero a más de 1.000 km de Brisbane. Mackay también está, relativamente, cerca y es una de las principales ciudades de la costa Este de Queensland, a unos 900 km al norte de Brisbane.
Para llegar a las islas Whitsunday, el primer paso es dirigirse a la playa de Airlie Beach, en el corazón del continente. Diariamente, los autobuses circulan a lo largo de la costa Este, de norte a sur de la isla-continente, saliendo desde Carins, o de sur a norte, desde Brisbane. Se requiere paciencia pues los viajes son bastante largos.
Para los turistas hay disponibles otras opciones más tradicionales, como el viaje en avión. Las Islas Whitsunday están cerca de dos aeropuertos:
– El Aeropuerto Prosperine (PPP), en el continente con un autobús de enlace que une el aeropuerto con Airlie Beach.
– Aeropuerto de Hamilton Island (HTI), en el centro de Whitsuinday Island.
Desde las principales ciudades australianas, numerosos vuelos directos dan servicio en estas dos terminales.
Los viajeros también tienen la oportunidad de tomar el tren de la playa Prosperine-Arlie (26 km). El resto del viaje, desde Airlie Beach hasta las islas Whitsunday, se realiza en barco. Mientras que algunos viajeros alquilan sus barcos, la opción más barata, otros eligen hacer un crucero con todo incluido, que puede incluir traslado aéreo, comidas y bebidas, además del coste de los tours a las islas. Las ofertas varían en función de la época del año y del programa previsto.
Autor: Beatriz Delcruz
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