Gracias a que se ha promovido la cultura y el lenguaje relacionados con la identificación de la propiedad intelectual a través de Cámaras de Comercio, proyectos con el Banco Interamericano de desarrollo (BID) e iniciativas, formaciones y capacitaciones desde la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), hoy existe una mayor conciencia acerca de la importancia de los activos intangibles.
Su valoración o avaluación comienza por reconocerlos, identificar su potencial rentable y la capacidad que tienen de generar las ventajas competitivas necesarias para sobresalir en el mercado.
El segundo paso es protegerlos en Colombia y el mundo con base en herramientas disponibles, como registros o patentes.
La importancia de dar este paso no pasa desapercibida para los negocios y sus responsables, pero ¿luego qué?
La realidad es que muchos empresarios, emprendedores y líderes de spin-off se llenaron de títulos y cartones que demuestran esa protección. Y no son pocos los que se encuentran estancados porque están llevando casi a pérdida todo lo relacionado con sus activos intangibles; debido a que no saben cómo valorizarlos, generar retorno de inversión y traducirlos en número negros en sus libros contables.
Lo que desde ClarkeModet les proponemos es ayudarles a monetizarlos y generar tanto el posicionamiento como el aprovechamiento e ingreso pasivo de sus intangibles mediante mecanismos como franquicias o el licenciamiento de todos esos títulos en nuestro país y el exterior.
¿Cómo lo hacemos? Primero, los llevamos a identificar la capacidad que tienen sus intangibles de convertirse en generadores de ingresos extra.
Incluso, les ayudamos a verificar si los actuales títulos de protección son suficientes. En algunas ocasiones se carece de ella en Latinoamérica o en aquellos mercados en los que existe realidad o potencialidad de comercialización.
Luego, estudiamos cuáles de las más de doce metodologías internacionales de valoración les sirven a los empresarios para generar la valoración de sus activos intangibles.
Pero, atención, que esa valoración depende también del propósito que tiene la compañía con sus intangibles. Tal vez quieran solamente licenciar sus tecnologías o generar recursos pasivos o contabilizar gastos y costos relacionados.
Esto es muy importante, porque la metodología que se deba aplicar varía de acuerdo con los objetivos que se hayan trazado desde la organización, y definirla nos permitirá determinar, cualitativa y cuantitativamente, cuánto vale ese intangible y qué herramientas debemos emplear para potenciarlo en Colombia o el exterior.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que en Colombia existen ya entidades reguladoras de la actividad de valoración de este tipo de activos. Y quiero hacer un especial énfasis en esto, porque más del 90 por ciento de empresas o emprendimientos sigue acudiendo a financieros o contadores para que avalúen sus intangibles.
Eso es un error muy común en nuestro país que se repite con más frecuencia de la deseable porque, hasta hace unos años, hacer la evaluación de esa manera estaba permitido. Hoy, el profesional que adelante ese proceso debe estar registrado y ser reconocido por la Agencia Nacional de Avaluadores (ANA).
¿Cuál es la consecuencia de seguir dejando la avaluación de sus activos intangibles en manos de profesionales que carecen de registro? Que no sirve de nada. Sus resultados no son reconocidos y el activo se vuelve un pasivo.
Ahora bien, los empresarios también deben saber que existe una nueva normatividad que permite, a través de las NIIF, contabilizar activos tanto ya protegidos y comercializados, como los que están en formación, evitando así que, durante los procesos, se vaya a pérdida.
El mensaje final es que existe la manera de hacer rendir el conocimiento, volverlo un activo y generar ingresos. Existen herramientas de monetización de los intangibles y caminos para venderlos.
Comments