La embarcación, diseñada y construida totalmente en el país es un emprendimiento privado con respaldo del gobierno de esa provincia, inspirado en embarcaciones de ese tipo que se utilizan para observaciones submarinas en la barrera de arrecifes de Australia, en el Caribe y en el Mar Rojo desde Israel.
La nave tendrá medidas de superficie similares a las que parten de la reserva provincia Península Valdés (declarada Patrimonio Natural de la Humanidad por Naciones Unidas) para los avistajes en el santuario de ballenas de Golfo Nuevo, aunque bajo el agua tendrá un volumen mayor, con un calado superior a los dos metros.
Ese será el espacio para los pasajeros, con unos 40 asientos con sus respectivas ventanas, desde las que según el promotor y director del proyecto, Tiño Resnik,
“va a ser como mirar a los ojos a la ballena desde una máscara de buceo”.
Este buzo y capitán de barcos ganó en 2008 una concesión para avistajes de ballenas y otra en 2009 para paseos lacustres en el Parque Nacional Lago Puelo, en la cordillera de Chubut, y ese año propuso su idea a las autoridades provinciales.
Tanto el gobernador chubutense, Martín Buzzi, como el secretario de Turismo, Carlos Zonza Nigro, dieron pronto su respaldo para la construcción del primer semisumergible de industria nacional.
El barco está en construcción en el Astillero Naval Federico Contessi, en Mar del Plata, desde enero último, y Resnik estimó que será botado el mes próximo.
En la costa bonaerense harán las pruebas de navegación y, tras los ajustes que sean necesarios, lo trasladarán a Chubut para unos avistajes experimentales antes de fin de año y luego lo habilitarán para el público.
El semisumergible estará construido totalmente en acero naval soldado y sus medidas serán de 15 metros de largo por cuatro de ancho, propulsado por dos motores de 50 HP cada uno, que le darán una velocidad máxima de seis nudos.
Su característica particular será que entre los dos pontones laterales que harán de flotadores habrá un tercer compartimento bajo la superficie, que será el salón de pasajeros, quienes podrán permanecer sentados en ese sector bajo el agua o subir a la cubierta en superficie durante los viajes, que serán diurnos.
El emprendimientose llama Proyecto YellowSubmarine -la parte visible de la nave será toda amarillo- y cambiará totalmente la forma de avistar ballenas, según Resnik, quien entusiasmado pregunta
“¿alguna vez imaginaste mirar las ballenas a los ojos?”,
y asegura que será como verlas a través de una máscara de buceo.
La ventaja respecto de las naves de superficie será que no deberán esperar a que las ballenas emerjan para poder verlas y, por su experiencia en avistajes, cree que la curiosidad de estos mamíferos hacia los humanos los llevará a acercarse a las ventanillas.
Debido a que en Puerto Pirámide, por ser área protegida no se construyó muelle, el barco no podrá acercarse a la costa a causa de sus dos metros de calado, por lo que permanecerá anclado en la zona de avistaje y los pasajeros llegarán en lanchas transbordadoras para iniciar directamente el avistaje submarino.
“Además, seis nudos es poca velocidad y queremos que todo el tiempo el turista esté haciendo observación de ballenas, y no perder una hora o más navegando cuando las ballenas están a más de diez millas de la costa”,
explicó a esta agencia.
El tiempo de avistaje será más extenso que en los barcos de superficie, con una salida diaria al mediodía y un total de dos horas de viaje, de las cuales una y media sería para la observación de ballenas, y el precio duplicará el de las naves actuales, que es de 490 pesos por persona adulta.
Las lanchas que hacen excursiones de avistaje desde Puerto Pirámide son ingresadas al mar con tractores y sobre trailers, ya cargadas de pasajero, por lo que para el YellowSubmarine también está en construcción, en el mismo astillero marplatense, un rodado especial para cuando tenga que ser retirado el agua.
Resnik y su cónyuge, Silvina Garzonio, son los dueños de la firma Southern Spirit, que para concretar el proyecto YellowSubmarine se asoció con la inversora Julitte. Decré
Comentarios