Tanto en la rueda de prensa como en su charla magistral, Kaku compartió con el público su visión del futuro del mundo que atraviesa un proceso de digitalización. Además compartió algunas lecciones y predicciones que dejaron a más de uno boquiabierto:
Los computadores tal como los conocemos hoy dejarán de existir, estos se quedarán confiscados en un museo, y costarán lo que hoy cuesta una hoja de papel.
El acceso a internet será a través de lentes de contacto incorporados por defecto en todas las personas. Si alguien mira a los ojos a otra persona, verá su biografía completa. Si habla en otro idioma, verá subtítulos automáticos que le traducirán lo que el otro está diciendo.
Las paredes ya no serán solo paredes. Con un llamado, las personas podrán tener acceso a doctores, abogados o cualquier tipo de servicio. “Espejito, Espejito, dime qué enfermedad tengo”, bromeó Kaku. Si alguien sufre un accidente de tránsito podrá llamar a un abogado de inmediato para solucionar el incidente.
En tres años los carros tendrán completa autonomía y se manejarán solos (algo que cada vez toma más fuerza de la mano de Google y que les hemos contado en repetidas ocasiones).
Con la impresión 3D, la medicina será otra y quienes necesiten órganos no deberán preocuparse por donantes. Kaku bromeó con la audiencia: “Si alguno tiene problemas con el alcohol, en el futuro no tendrá que preocuparse por su hígado”.
Las enfermedades se eliminarán por completo. Los inodoros estarán diseñados para detectar con 10 años de anterioridad si hay células cancerígenas en el cuerpo de las personas.
El papel será inteligente y podremos escribir infinitos folios que se podrán comprimir para guardarlos en el bolsillo.
Las relaciones amorosas también cambiarán. Si uno está solo un viernes por la noche, podrá pedirle a la pared de su sala que le muestre quiénes están en la misma situación y podrá concretar una cita de esta forma.
Podremos ver en 3D sin necesidad de gafas. E incluso si estamos viendo una película (‘Casablanca’ fue el ejemplo que citó Kaku) podremos pedirle a nuestra pared inteligente que sustituya la cara del protagonista por la de nosotros mismos (yo me alcancé a imaginar como Rachel McAdams en ‘The Notebook’).
Si vamos a hacer compras en línea de ropa, nuestra tarjeta de crédito reconocerá y tendrá un registro de nuestras medidas exactas, cosa que permite que cualquier producto pueda ajustarse a nuestra talla real.
Una vez hechas sus predicciones, Kaku reflexionó acerca del papel del Gobierno en todo esto. Para el futurólogo, el Gobierno tiene que dejar hacer y empezar a quitar regulaciones y prácticas burocráticas que impidan el desarrollo de la ciencia, la digitalización y la creación de nuevas compañías del futuro.
Allí citó algunos ejemplos de campos que se negaban a ser parte de esta nueva era digital, como por ejemplo la industria de la música. Negarse a este proceso es decirle sí a la bancarrota, asegura el futurólogo. Hoy, el cine, la música, la televisión y las artes en general se digitalizaron, ¿quiénes son los siguientes? La medicina, el transporte y la educación, que ya han sumado los primeros pasos para hacerlo.
Para Kaku, los gobiernos autoritarios tienen miedo de internet, porque es allí la gente denuncia los abusos. “Internet es la voz de la democracia”, concluyó. Con muchos aplausos se despidió y agradeció a Colombia por la acogida, país que ve como una estrella en ascenso.